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AdVersuS, Año I,- Nº 1, junio 2004
ISSN: 1669-7588
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TRADICIONES SEMIOTICAS

Grupo Sigma

 

1. Semiótica y Filosofía de la Praxis

En 1961 Ferruccio Rossi-Landi inicia lo que él mismo denominara: “una spericolata spedizione intellettuale su di un territorio inesistente (...) Il territorio inesistente era quello che avrebbe potuto esser raggiunto se, in primo luogo, la semiotica (con la linguistica quale sua porzione, e sia pure porzione centrale e traente) e la filosofia analitica o logico-linguistica avessero cominciato a confluire. Inoltre, in secondo luogo, i risultati di tale confluenza avrebbero a loro volta dovuto cominciare a confluire con tal uni aspetti centrali della teoria marxista le scienze riunite del segnico avrebbero cioè covuto venire a far parte di una scienza storico-materialistica del sociale. (...) tali confluenze e reciproche integración non esistevano nella relata per la buona ragione che le divisioni accademiche, culturali e politiche continuavano a renderle impossibili. Il sotto-codice dei linguisti non era quello dei semioticisti; questi due sotto-codici non erano quelli dei filosofi analitici o logico linguistici; e tutti questi sotto-codici in attesa di agnizione, imparentati fra loro ma ancora recíprocamente intrascrivibili, erano poi del tutto remoti da quelli della teoria del marxismo così come questa era ovunque praticata”. (Rossi-Landi 1961 (19802): 27).

Es obvio que esta ciencia unificada del Signo entendida como una teoría histórico-materialistica de lo social (i.e. de lo sígnico –más aun de las condiciones de posibilidad de la signicidad–) no llegó a concretarse inmediatamente pero sí en gran medida a gestarse (se comienza a materializar...) precisamente en la obra inmediatamente posterior de Rossi-Landi, superando algunos reduccionismos heredados del historicismo concluyente (expresado en la “Muerte de la Historia” –de Hegel– y en la Expresión Absoluta –de Croce–) y muy especialmente a partir de los artículos publicados hacia 1967 y difundidos en la memorable revista Nuova Corrente primero e Ideologie después. Baste recordar el funcional “Perché Semiotica" (1967: 90-93) primero de una serie de “Note di Semiotica” verdadero llamado de atención contra la “Semiologie” barthesiana y otras manifestaciones posestructurales y lacanianas reflujo anticipado de Mayo del ´68...

Este proyecto de una Semiótica general, que se nos presenta hoy día como una alternativa contra el pensamiento cripto-reaccionario de ropaje revolucionario (y en última instancia psicoanalítico y espiritualista –indefectiblemente programado para el desprestigio y la derrota–) no surge aisladamente en la cultura italiana sino que por el contrario se inscribe dialécticamente en la vasta tradición crítica de Benedetto Croce y Antonio Gramsci, pero reformulada desde el estructuralismo y la estilística –o mejor aun, desde el Formalismo ruso-italiano del primer novecientos (cfr. Avalle 1970, Muscetta 1953).

La obra posterior de Rossi-Landi que se extiende hasta su Metodica Filosofica e Scienza dei Segni (1985) pasando por Linguistics and economics (1974) Ideología (1978) y demás ensayos reunidos en Il Linguaggio come Lavoro e come Mercato (1968), constituye sin lugar a dudas uno de los puntos culminantes de dicha tradición. Y en la extensísima obra de Eco (y no sin ciertas tensiones e incluso contradicciones)1 alcanza indudablemente su máxima difusión.2

2. La Teoría de los Sistemas Modelizantes

Esta problemática de inspiración histórico-materialista, se plantea de modo particularmente análogo e incluso remontándose a antecedentes comunes (Formalismo, Futurismo, Simbolismo), en la otra gran tradición semiótica contemporánea: la tradición ruso-soviética.

El mismo Rossi-Landi reconoce (1961 (19802): 28), más que una deuda –imposible por causa del aislamiento de la cultura soviética durante el stalinismo, así como por su escasa difusión externa– una preocupación común con la desarrollada por el Formalismo y por la crítica literaria y sociológica de los años veinte. Y más concretamente, por el grupo de Bachtin en Leningrado y de modo más o menos interrelacionado, por el Círculo lingüístico de Moscú-Praga e incluso por el Círculo de Viena.

He aquí reunidos, en una zona de fechas coincidente, los elementos de la casi “inevitable” síntesis en la que habría desembocado el desarrollo intelectual de la década del veinte en Europa y a la que nos remitimos explícitamente. Por ello tampoco resulta casual entonces que tanto en los fundamentos de la tradición semiótica italiana –y Europeo-occidental en general– como en la tradición teórica germano-eslava, se encuentren ciertos elementos comunes tales como: el idealismo alemán (desde Herder a Hegel) y por ende del materialismo histórico (Marx); del neoidealismo kantiano, y del historicismo italiano (de Croce y muy especialmente el de Gramsci) el cual a su vez se remonta al viejo historicismo renacentista (Maquiavelo, Guicciardini) e iluminista (Vico, indudable antecedente del mismo Herder).

Nuestra interpretación (textual y meta-textual) de este profuso proceso intelectual amplía la dada por Rossi-Landi al señalar con profunda agudeza, que la clave del desarrollo de una ciencia unificada de lo social, con todas sus implicancias políticas dada su poderosa capacidad desmitificadora –tendencia que por otra parte y en ámbitos teóricos distintos aunque en gran medida análogos (idealismo norteamericano, el neo-idealismo inglés de Colingwood) no resultó indiferente ni a Carnap ni a Morris –se inicia y desarrolla gracias al trabajo de la Intelligenzza rusa en el breve y fructífero período inmediatamente posterior a la Revolución de Octubre e inmediatamente anterior al surgimiento del Stalinismo. En realidad, pretendemos reconstruir en su totalidad una tradición intelectual que como se acaba de señalar muy sumariamente, involucra a todo el continente europeo (cabe agregar la obra de Saussure) e incluso a los Estados Unidos (piénsese en Pierce) y que cuya característica fundamental fue la de oponerse dialécticamente, y más aun la de responder contestatariamente a las ideologías totalitarias en ascenso y/o formación presentándose como la única alternativa anti-positivista, válida y aceptable.

Pero, claramente, esta tradición fue o simplemente despedazada: (por las purgas stalinistas, por las persecuciones del fascismo italiano –símbolo de las cuales es la muerte de Gramsci en prisión–, por Guernica y por los campos de exterminio extendidos por toda Europa Oriental) o inevitablemente sobornada (Carnap, y muy especialmente el último Jackobson).

Por tanto, retomar esta tradición significaba para Rossi-Landi construir con “una specie di doveroso ottimismo retrospettivo” un puente con el optimismo revolucionario de la primera post-guerra, en la que se había quebrado el viejo orden capitalista del Ochocientos y que se intentó (y quizás se logró) reconstruir con el capitalismo de Estado de los años ´30 y ´40 (Habermas 1976).

3. Semiosis, praxis y ética

Pero retomar este proyecto culturológico hacia finales de los años ´50 implicaba reactualizar, ni más ni menos, que las tensiones revolucionarias del primer Novecientos contemporáneamente al inicio del Deshielo, de la Guerra Fría y de la revuelta sesentaiochista.

Y seguramente no por casualidad, sino más bien como consecuencia de ello, también la Escuela de Tartu (a partir de los textos fundacionales como Ivanov (1962; 1963) Lotman (1964; 1970) Lotman & Uspenskij (1977) y con una sensibilidad absolutamente común a la diseñada por Rossi-Landi, contribuye decididamente a “materializar” el viejo proyecto de Bachtin y de Gramsci: la construcción de una teoría “fuerte” (i.e. “comprometida” en sentido sartreano o “militante” como la llama Muscetta) de lo social, entendido como un mecanismo de relaciones sígnico-comunicativas y por ello éticas (cfr. Goldmann 1952, Todorov 1982).


4. Hacia un materialismo no-metafísico

Finalmente, no es menos cierto que en la década del setenta se desarrolla otro elemento fundamental del paradigma semiótico tal como lo hemos entendido, bajo la forma de semiognoseología (Prieto 1976) o simplemente Epistemología post-positivista (Kuhn 1962; Lakatos (1976); Elkana (1977); 1980; (1984)). Más aún, la sensibilidad (socio)-semiótica se extiende incluso a las supuestamente realístico-objetivistas ciencias “duras” y formales, que a lo sumo podrán pretender de ahora en más un estatuto de intersubjetividad, o en términos de Prieto, reconocer que todo conocimiento, aun el que se pretende “materialista” (i.e. en el que se afirma “che il mondo fisico esiste indipendentemente da tutti gli uomini”) no deja de ser “pertinente” ya que un conocimiento “che in un ‘perpetuo avvicinarsi’ si tende a costruire è anzitutto una conoscenza pertinente, e la pertinenza di una conoscenza non dipende dall´oggetto, bensì dalla pratica che lo fa intervenire” y obviamente –y por razones “materiales”– una conoscenza pertinente in una società può non esserlo in un’ altra (Prieto 1983).

Quizás sea ésta la mejor síntesis de lo que entendemos por una teoría semiótica de la cultura, es decir –repetimos una vez más– una ciencia histórico-materialista de lo social.

[1] Cfr. v. gr. “Segni, pesci e bottoni. Appunti su Semiotica, Filosofia e Scienze Umane” (1983; ap. Semiotica 48, ½, 1984; 1985: 301-333) y “L´Antiporfirio” (1983ap. AA.VV. Pensiero Debole, Milano, Feltrinelli, 1983). Es curioso notar como en el primer artículo, hacia el final (pp. 330-3), propone una “Semiótica general” que vaya “al di là delle filosofie del linguaggio perché di fatto cerca le condizioni della segnità anche al di là dei linguaggi naturali, talora nelle pieghe stesse dei processi percettivi (...) al di là stesso dell´umano e dell´animale, nel profondo dei processi biologici” (p.331), preguntándose y buscando “una identità più profonda” (p.332). Más aún, “il pensiero del segno debe giocare al limite” (p.333). Lo que nos acerca a la afirmación de Wittgenstein de que el pensamiento ético debe tener como único propósito “arremeter contra los límites del lenguaje (...) nuestra jaula perfecta” (1965, “Wittgenstein´s Lecture on Ethics”, Philosophical Review, January 1985). En el segundo trabajo en cambio, a este “proyecto de Semiótica” se lo niega en nombre del pensamiento débil (o mejor aun “debolissimo”) -¿Por convenientes contaminaciones contextuales?-. Nótese la contemporaneidad de ambas publicaciones.

[2] Por razones de exposición, se omiten dos maestros: Emilio Garroni (1972) y Tullio De Mauro (1965; 1971; 1982). Asimismo, no es menos interesante, mereciendo también un tratamiento aparte el concepto desarrollado por Raffaele Simone al considerar a la gramática como semiótica ya que “ è legittimo sostenere che la grammatica è un modo di formare la sostanza del contenuto, o come anche si può dire, è una semiotica” (1990:272). El aspecto más interesante de esta definición es que en el marco de una teoría del lenguaje fundada en el significado (i.e. de la signicidad en general) se puede proyectar una gramática de los lenguajes humanos (en especial las lenguas naturales) que a diferencia de las modelizaciones tradicionales, es simultáneamente no prescriptiva pero (o tal vez por ello) interpretativa.

Referencias bibliográficas:

AVALLE, D'Arco Silvio

 
1970 L'analisi letteraria in Italia. Formalismo, strutturalismo, semiologia, Milano-Napoli: Ricciardi;(tr.esp.: Formalismo y estructuralismo. La actual crítica literaria italiana, Madrid: Cátedra, 1974)
DE MAURO, Tullio  
1965 Introduzione alla semantica, Bari: Laterza, 1968
1971 Senso e significato, Bari: Laterza
1982 Minisemantica dei linguaggi non verbali e delle lingue, Bari: Laterza
ELKANA, Yehudi  
(1977) La scoperta della conservazione dell´energia (trad. it. di Libero Sosio) Milano: Feltrinelli
1980 Of Cunning Reason, New York Accademy of Science
(1984) “Relativismo e filosofia della scienza del baconianesimo vittoriano al giorno d´oggi” in AA.VV., Livelli di Relata, a cura di M.Piatelli Palmarini, Milano: Feltrinelli
GARRONI, Emilio  
1972 Progetto di semiotica, Bari: Laterza
GOLDMAN, Lucien  
1952 Sciences humaines et philosophie, París: Gonthier
HABERMAS, Jurgen  
1976 Zur Rekonstruktion des historischen Materialismus, Frankfurt am Main: Shurkamp Verlag.
IVANOV,  
1962 “Predislovie” , SS/ZS, 3-9
IVANOV, et.al.  
1973 “Tezisy k semioticeskomu izuceniju kul´tur (v primeneii h slavjanskim tekstam)” in SST: 9-32
KUHN, Thomas  
1962 The structure of scientific revolutions, Chicago: University of Chicago Press (tr.it.:La struttura delle rivoluzioni scientifiche, trad. di Adriano Carugo, Torino: Einaudi)
LAKATOS, Imre  
(1976) “La storia della scienza e le suericostruzioni razionali” in AA.VV. Critica e crescita della conoscenza, a cura di Imre Lakatos e Alan Musgrave (trad. it. di Giulio Giorello) Milano: Feltrinelli
LOTMAN, Iuri  
1964 “Vstupitel´noe slovo” in LS, 3-5
1970 “Predlozenija programme IV Letnej Skololy po vtoricnym modelirujuscim sistemam” in LS IV, 3-5
LOTMAN, Iuri & Boris UPENSKIJ  
1977 “Novye aspekty izucenija kul,tury drevnej Rusi” in VL, 3: 148-167
MUSCETTA, Carlo  
1953 La letteratura militante, Firenze: Parenti
PRIETO, Luis  
1976 Pertinenza e pratica, Milano: Feltrinelli
1983 “Rinascita 4 de marzo” in Saggi di Semiotica I. Sulla conoscenza, Milano: Feltrinelli, 19892
   
ROSSI-LANDI, Ferruccio  
1961 Significato, Comunicazione e Parlare Comune, Padova: Marsilio; Venezia: Marsilio.F. 19802 ; nuova ed. Aggiornata, introduzione di Augusto Ponzio, 19983
1967 “Perché Semiotica", Nuova Corrente, 41:90-93
1968 Il linguaggio come Lavoro e come Mercato, Milano: Bompiani, 19732, 19833,
1974 Linguistic and economics, The Hague: Mouton
1978 L'ideologia, Milano: ISEDI, [2a ed. riv. e accresciuta, 1a ed. Oscar studio Mondadori, L'ideologia: per l'interpretazione di un operare sociale e la ricostruzione di un concetto, Milano: A. Mondadori, 1982]
1985 Metodica Filosofica e Scienzadei Segni, Milano: Bompiani
SIMONE, Rafaelle  
1990 Fondamenti di Lingüistica, Roma-Bari: Laterza
TODOROV, Tzvetan  
1982 La Conquûete la l’Amérique. La question de l’autre, París: Seuil (tr.esp.: La conquista de América. La cuestión del otro, México: Siglo XXI, 1987)

 


Publicado en Ad-VersuS, 1, diciembre 1990, Roma-Buenos Aires:3-6